domingo, agosto 01, 2010

Coyhaque

Entre montañas se une una suave y profunda mirada,

mirada de tranquilidad y extravagante brisa callada...

El silencio inunda de mayor manera que el agua que gracias a la nieve,

corre y nos rodea...


Blanco desierto separa este paraíso de su enemigo natural, la cuna urbana,

cuna que se arrodilla y desmiente su realeza,

frente a la absoluta fuerza de la madre que nos vigila,

y que por nosotros cada día reza...


Recuerdos de vida una vida anterior,

que conversa con nuestro corazón...

Que impone su antigüedad frente a los nuevos conocimientos,

frente a la nueva vida, frente a la nueva realidad, frente a nuevos sentimientos...


En mi cabeza baila el recuerdo de las luces de maquinas cuadrúpedas,

monstruosas latas de sardinas y gigantes gusanos subterráneos...

Son reemplazadas por pequeñas luciérnagas,

que se estrellan en el techo de este nuevo hogar desnudado...


Amor, pena y alegría,

se funden en las mañanas nuevas de cada día...

imagenes de inexistentes parques,

son reemplazadas por tu calles, tu vida y por tu alma, desconocido Coyhaique...



Antaroz...