Coyhaque
Entre montañas se une una suave y profunda mirada,
mirada de tranquilidad y extravagante brisa callada...
El silencio inunda de mayor manera que el agua que gracias a la nieve,
corre y nos rodea...
Blanco desierto separa este paraíso de su enemigo natural, la cuna urbana,
cuna que se arrodilla y desmiente su realeza,
frente a la absoluta fuerza de la madre que nos vigila,
y que por nosotros cada día reza...
Recuerdos de vida una vida anterior,
que conversa con nuestro corazón...
Que impone su antigüedad frente a los nuevos conocimientos,
frente a la nueva vida, frente a la nueva realidad, frente a nuevos sentimientos...
En mi cabeza baila el recuerdo de las luces de maquinas cuadrúpedas,
monstruosas latas de sardinas y gigantes gusanos subterráneos...
Son reemplazadas por pequeñas luciérnagas,
que se estrellan en el techo de este nuevo hogar desnudado...
Amor, pena y alegría,
se funden en las mañanas nuevas de cada día...
imagenes de inexistentes parques,
son reemplazadas por tu calles, tu vida y por tu alma, desconocido Coyhaique...